30 aniversario del Día Universal de los Derechos de la Infancia
Con motivo del 30 aniversario del Día Universal de los Derechos de la Infancia, ayer 20 de noviembre, en el colegio Caldeiro y la parroquia Madre del Dolor, desde el Grupo Intereclesial de Infancia y Adolescencia en riesgo, formado por representantes de la Comisión Episcopal de Migraciones -sección Infancia y Juventud en Riesgo-, Cáritas Española, Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas, Obras socioeducativas La Salle, Terciarios capuchinos-Amigonianos y CONFER, nos unimos al llamamiento a la sensibilización, compromiso activo y preocupación por la Infancia y Adolescencia en riesgo.
Participaron en el encuentro, por orden de intervención, Doña María Francisca Sánchez Vara, directora del Departamento de Trata de Personas, D. José Luis Pinilla Martín, S.J., director del Secretariado de Migración de la Conferencia Episcopal Española, D. Juan Carlos Elizalde Espinal, obispo de Vitoria, responsable del Departamento de Trata de Personas, sección Infancia y Juventud, Doña Gemma Rodríguez González, técnica de Programas de la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas y D. Félix Martínez Ortega, religioso amigoniano y capellán de dos centros de medidas judiciales de la Comunidad de Madrid.
También nos honraron con su presencia, Doña Carmen Galante González, RBP, responsable del área social de CONFER, D. Angel Camino Lamelas, OSA, vicario de la Vicaria 8 de Madrid, D. Rufino García Antón, delegado de Migraciones de la diócesis de Madrid, D. Luis Callejas Rodríguez-Palmero, mercedario y director de la Fundación La Merced Migraciones, D. Koldo Gutiérrez Cuesta, responsable de los proyectos salesianos en Madrid, D. Javier López Díaz, párroco de Nuestra Madre del Dolor, los religiosos de la comunidad y religiosas terciarias capuchinas de Madrid, sacerdotes de otras parroquias, feligreses y laicos del entorno, unas sesenta personas.
Gema puso especial esfuerzo en que las personas que acudieron al acto pudieran entrar en contacto con la realidad que viven a diario la infancia y juventud en situación de vulnerabilidad. Desde sus códigos, sus canciones, “chico problemático nach” o sus señas de identidad, pudimos compartir las emociones que se nos movían entorno a ello y apreciar la importancia de acompañarlos, para que puedan pasar de proyectos de sobrevivir a proyectos de vida, donde sientan que son capaces.
También reflexionamos sobre la importancia de sentir una responsabilidad social y colectiva en las necesidades, ir más allá de las conductas, pudiendo poner como titulares de cabecera: dime cómo miras y te diré cómo piensas, dime como piensas y te diré cómo actúas, dime cómo actúas y te diré en qué modelo de sociedad crees.
Félix pudo compartir su experiencia como capellán en centros de justicia juvenil de la CAM; cómo, desde su testimonio a través de la Pastoral y desde una opción voluntaria, los/as jóvenes han encontrado en el espacio compartido con él un lugar de encuentro, de expresión emocional y de sentirse reconocidos y escuchados.
Finalizamos con una vigilia sencilla y emotiva, donde las personas que allí estaban encendieron velas haciendo presentes a los niños, niñas y jóvenes y la esperanza y el compromiso por seguir haciendo visible su realidad y la búsqueda de compromisos institucionales y sociales.
En pocas palabras fue sencillo, cálido y lleno de humanidad, que tanta falta hace.