Eucaristía de Presentación a la Comunidad del nuevo párroco de Nuestra Madre del Dolor.

En la Parroquia Nuestra Madre del Dolor de la Archidiócesis de Madrid se celebró a las 12:30h horas del 6 de octubre una Eucaristía de presentación a la Comunidad del nuevo párroco, el P. Javier López, religioso amigoniano y antiguo alumno del Colegio Fundación Caldeiro.

El P. Javier cursó la Teología en los Dominicos de Valencia, completó posteriormente los estudios de Educador Social y Antropología Social, y fue ordenado de presbítero en Madrid en 2003. Tras haber pasado quince años como misionero en África, Polonia y Latinoamérica, los últimos seis ha ejercido como párroco de Nuestra Señora de Monte-Sión en Torrent (Valencia).

El recibimiento y la presentación tuvieron lugar juntamente con la eucaristía del día, presidida por el Delegado Episcopal, el Sr. Vicario, D. José Luis Díaz y concelebrando el nuevo párroco, P. Javier López, el P. Provincial, P. Jesús Mª Etxetxikía, el párroco de San Bonifacio, D. Francisco Javier Cañestro, los otros presbíteros de la parroquia, P. Pedro Corella, P. Cruz Goñi y P. Félix Martínez y de las comunidades amigonianas de Madrid, P. Miguel Vadillo y P. Angel García, así como el párroco de Nuestra Señora de Monte Sión, P. José Vicente Miguel.

Además de los feligreses, estuvieron presentes su familia y una representación de la Hnas. Terciarias Capuchinas, así como un grupo de religiosos y laicos pertenecientes a la familia amigoniana venido desde Torrent (Valencia).

Tras la procesión y canto de entrada, acompañado por el coro juvenil de la parroquia, se inició la celebración con el saludo del presidente, deseando que el Señor bendiga, ilumine y fortalezca al nuevo pastor, con la lectura del nombramiento del párroco, por el P. Provincial, recordando las funciones de enseñar, santificar y regir a la comunidad, y con el juramento y compromiso de fidelidad del nuevo párroco.

El Vicario confía al nuevo párroco las llaves de la iglesia parroquial, su casa, para que sepa acoger a todas las personas que se acercan, y la pila bautismal para que, en el nombre de la Trinidad Santa, haga pasar a niños y adultos, de la muerte del pecado, a la vida de Cristo Glorioso.

Las lecturas y el salmo las proclamaron los jóvenes de la parroquia. Antes de la lectura del Santo Evangelio, el Sr. Vicario le hace entrega del evangelio de Cristo, para que anuncie su mensaje de salvación, por medio de la catequesis y de la homilía, y ayude a sus hermanos a conformar su vida con la Palabra de Dios.

En la homilía, el Sr. Vicario señaló los pilares de las lecturas del día, la fe y confianza de que nuestro corazón es del Señor, y el servicio, con la revolución de la ternura. Tras la homilía del Sr. Vicario, el nuevo Párroco y todos los presbíteros renovaron las promesas sacerdotales para renovar ilusiones y actualizar su servicio al pueblo de Dios. En las preces de la oración de los fieles, el Sr. Vicario tuvo un recuerdo especial por el Sínodo de la Amazonía que comenzaba ese mismo día.

El Vicario le entregó también los espacios celebrativos: la Sede Presidencial, para que celebre la eucaristía y guíe al Pueblo Santo de Dios, presidiéndolo en la fe y la caridad; el Altar, para que congregue en torne a él a los hijos de la Iglesia, presida la Eucaristía y los fieles se unan al sacrificio de Cristo y participen en la Mesa del Señor; la Sede Penitencial, para que derrame a manos llenas la misericordia del Señor sobre los hombres y les transmita la paz y la gracia que conduce hasta la vida eterna.

Antes de la comunión, por delegación del Sr. Vicario, el párroco emérito, P. Cruz Goñi, le entregó la llave del Sagrario para que conserve con cuidado el Pan Eucarístico, pueda llevarlo a los enfermos o personas que tienen dificultad, y posibilite en los fieles la adoración eucarística. Acto de gran emoción que culminó con un abrazo fraterno entre ambos y una gran ovación.

Terminada la oración después de la comunión, el P. Javier dirigió unas palabras a todo el pueblo de Dios. De agradecimiento a Dios por su llamada en esta congregación amigoniana y a toda la comunidad parroquial por su recibimiento y acogida. Nos recordó que el centro es siempre Dios y el verdadero motor está en el corazón de todos los fieles, en la comunidad. Su compromiso es estar al servicio de la comunidad y hacer visible el rostro de Dios en el mundo, que es el de Jesús con su misericordia y amor.

Ha sido un acontecimiento de singular importancia para la comunidad parroquial, que ha recibido al que ha de ser su párroco bajo la autoridad del Obispo, con las funciones de enseñar, santificar y regir. Sabe que cuenta con la cooperación de los otros presbíteros y con la ayuda de fieles laicos.

Tras la celebración, un pequeño ágape fraterno, vino español, en amena charla informal, permitió las felicitaciones y los agradecimientos personales y de los grupos de la comunidad de Monte-Sión de Torrent y la comunidad parroquial de Ntra. Madre del Dolor de Caldeiro.

Carlos Sagardoy Azagra

 

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