2ª Semana del tiempo ordinario
Semana del 19 a 25 de enero de 2025
Domingo de la 2ª semana de Tiempo Ordinario
19 de enero de 2025, San Arsenio
SALUDOS CORDIALES
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Paz y bien,
Nos encontramos celebrando la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos del año 2025 (del 18 al 25 de enero), fiesta de la conversión de San Pablo. El lema de este año es ¿“CREES ESTO”?, que gira en torno a la fe que nos une. Estas oraciones son una ocasión privilegiada para pedir junto a los hermanos de otras Iglesias y con el Señor por la unidad al Padre. Los orígenes de esta celebración se remontan a hace más de 100 años, aunque tomó impulso para la Iglesia católica a partir del Concilio Vaticano II. Rezamos durante todo el año y de manera especial durante esta semana para sentirnos ecuménicos, unidos con las distintas Iglesias del mundo.
Feliz domingo y que Dios os bendiga.
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LITURGIA DE LA PALABRA
- PRIMERA LECTURA – Se regocija el marido con su esposa.
Lectura del libro de Isaías 62, 1-5.
Por amor a Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que rompa la aurora de su justicia, y su salvación llamee como antorcha.
Los pueblos verán tu justicia, y los reyes tu gloria; te pondrán un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona fúlgida en la mano del Señor y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán «Abandonada», ni a tu tierra «Devastada»; a ti te llamarán «Mi predilecta», y a tu tierra «Desposada», porque el Señor te prefiere a ti, y tu tierra tendrá un esposo.
Como un joven se desposa con una doncella, así te desposan tus constructores.
Como se regocija el marido con su esposa, se regocija tu Dios contigo. Palabra de Dios.
- SALMO RESPONSORIAL – Sal 95, 1-2a. 2b-3. 7-8a. 9-10a y c
- Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R.
Proclamad día tras día su victoria,
contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. R.
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey, él gobierna a los pueblos rectamente.» R.
- SEGUNDA LECTURA – El mismo y único Espíritu reparte a cada uno en particular como él quiere.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 4-11.
Hermanos:
Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos.
Pero a cada cual se le otorga la manifestación el Espíritu para el bien común.
Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu. Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu, don de curar. A este se le ha concedido hacer milagros; a aquél, profetizar. A otro, distinguir los buenos y malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas.
El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como él quiere. Palabra de Dios.
- EVANGELIO – Ese fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 2, 1-11.
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: – «No tienen vino».
Jesús le dice: – «Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora».
Su madre dice a los sirvientes: – «Haced lo que él diga».
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: – «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les dice: – «Sacad ahora y llevádselo al mayordomo». Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al esposo y le dice: – «Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».
Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él. Palabra del Señor.
COMENTARIO PASTORAL
El vino de la vida
Hoy el Evangelio nos lleva de boda. Será el primer signo de Jesús el que allí se ofrecerá. San Juan ofrece su relato evangélico desde el hilo conductor de la “hora”. Todo cuanto él ha recogido sobre Jesús, tiene como finalidad llevar al lector a la contemplación de la entrega suprema de Cristo, verdadera “hora” en la que el Señor dará por terminado cuanto el Padre le había confiado: “todo se ha cumplido” (Jn 19,30). Por eso Jesús se resiste a que nadie modifique su “horario” redentor: se explica así que en el relato de las Bodas de Caná, Jesús diga a su Madre: “mujer déjame, porque todavía no ha llegado mi hora” (Jn 2,4). No es un desprecio del Señor hacia María, sino una afirmación que El hace de la absoluta primacía de las cosas de su Padre a las que se dedicará antes que a nada.
¿Cuál es el vino que nos falta en nuestro mundo? ¿El vino de la paz, el de la ternura; el vino de la fe, de la esperanza y del amor; el vino de la verdad…? Cuando faltan estos vinos, la vida se “avinagra”. Surgen los intereses partidistas, los chanchullos económicos, las frivolidades vacuas, la mentira como herramienta de comunicación, el relativismo moral, la violencia y el terror.
Necesitamos milagros de “vino”; el mundo necesita ver que los vinagres del absurdo se transforman en vino bueno y generoso, el del amor y la esperanza, el que germina en fe. Hay un brindis pendiente siempre. Que sea con vino como el de María en Caná. No dejemos de participar en la Eucaristía esta semana. Catholic.net