3º Ordinario
Semana del 21 al 27 de enero de 2024
Domingo de la 3ª semana de Tiempo Ordinario
21 de enero de 2024, Santa Inés
SALUDOS CORDIALES
Paz y bien,
Nos encontramos celebrando la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (del 18 al 25 de enero), fiesta de la conversión de San Pablo. El lema de este año es “AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS … Y AL PRÓJIMO COMO A TI MISMO”.
Los orígenes de esta celebración se remontan a hace más de 100 años, aunque tomó impulso para la Iglesia católica a partir del Concilio Vaticano II. Rezamos durante todo el año y de manera especial durante esta semana para sentirnos ecuménicos, unidos con las distintas Iglesias del mundo.
Feliz domingo y que Dios os bendiga.
LITURGIA DE LA PALABRA
- PRIMERA LECTURA – Los ninivitas habían abandonado el mal camino.
Lectura de la profecía de Jonás 3, 1-5. 10.
El Señor dirigió la palabra a Jonás: «Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré»
Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa, hacían falta tres días para recorrerla.
Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando: «Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada».
Los ninivitas creyeron en Dios; proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor. Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó. Palabra de Dios.
- SALMO RESPONSORIAL – Sal 24, 4-5ab. 6-7bc. 8-9.
- Señor, enséñame tus caminos.
Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.
Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor. R.
El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R.
- SEGUNDA LECTURA – La representación de este mundo se termina.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 29-31.
Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante.
Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina. Palabra de Dios.
- EVANGELIO – Convertíos y creed en el Evangelio.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 14-20.
Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio».
Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores.
Jesús les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él. Palabra del Señor.
COMENTARIO PASTORAL
Domingo de la Palabra de Dios
En 2019 el papa Francisco estableció que el III domingo del tiempo ordinario esté dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios, que este año es hoy, 21 de enero.
La iniciativa ofrece una ocasión de gracia: «Dedicar concretamente un domingo del año litúrgico a la Palabra de Dios nos permite, sobre todo, hacer que la Iglesia reviva el gesto del Resucitado que abre también para nosotros el tesoro de su Palabra para que podamos anunciar por todo el mundo esta riqueza inagotable».
Necesitamos leer la Palabra de Dios en el silencio de nuestros hogares. Y es imprescindible escucharla comunitariamente cuando la Palabra se proclama en la liturgia. Porque allí es Cristo mismo quien habla. Y también se debe dar un tercer paso: compartir en grupo el eco que esta Palabra produce en cada persona. Y conocer la resonancia que esta Palabra ha producido en la tradición viva de la Iglesia. Especialmente, los santos son los grandes oyentes y sus vidas han sido un comentario vivo a lo que han escuchado y asimilado.
El papa Francisco recordó unas palabras que san Jerónimo dirigía a su amigo Nepociano: «La palabra del presbítero está inspirada por la lectura de las Escrituras. No te quiero ni declamador, ni deslenguado, ni charlatán, sino conocedor del misterio e instruido en los designios de tu Dios».
No es posible vivir la fe fuera de un ámbito eclesial de referencia. Y tampoco es posible crecer y madurar sin escuchar atenta y fervientemente la Palabra que Dios nos dirige.
La Palabra de Dios es viva y eficaz y no vuelve al cielo sino después de regar nuestro corazón, de hacerlo fecundo y producir fruto.
El Domingo de la Palabra de Dios es una ocasión de gracia que debemos vivir con intensidad y gratitud.
iglesiaactualidad.com