Home 6º Domingo Ordinario

6º Domingo Ordinario

Semana del 11 al 17 de febrero de 2024

Domingo de la 6ª semana de Tiempo Ordinario

11 de febrero de 2024, Ntra. Sra. de Lourdes

 SALUDOS  CORDIALES

 

Paz y bien,

 

Hoy celebramos la campaña de Manos Unidas que lleva 65 años luchando contra el hambre, la pobreza y sus causas.  El Papa Francisco nos dice “Todo ser humano tiene derecho a vivir con dignidad y a desarrollarse integralmente, y ese derecho básico no puede ser negado por ningún país… Cuando ese principio elemental no queda a salvo, no hay futuro ni para la fraternidad ni para la supervivencia de la humanidad”.   Nuestra Vicaría está comprometida con el programa de inclusión social de Infancia, jóvenes y mujeres en aldeas marginales de Telangana (India).  También hoy celebramos la Jornada Mundial del Enfermo.

El 14 de febrero es miércoles de ceniza, día en el que iniciamos el tiempo de cuaresma. El gesto de la ceniza nos invita a una profunda revisión de nuestra vida.

 

Feliz domingo y que Dios os bendiga.

 

 LITURGIA DE LA PALABRA

  • PRIMERA LECTURAEl leproso vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento. Lectura del libro del Levítico 13, 1-2. 44-46.

 

El Señor dijo a Moisés y a Aarón:

 

«Cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la piel, y se le produzca una llaga como de lepra, será llevado ante el sacerdote Aarón, o ante uno de sus hijos sacerdotes.

 Se trata de un leproso: es impuro. El sacerdote lo declarará impuro de lepra en la cabeza.

 El enfermo de lepra andará con la ropa rasgada y la cabellera desgreñada, con la barba tapada y gritando: “¡Impuro, impuro!” Mientras le dure la afección, seguirá siendo impuro. Es impuro y vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento».  Palabra de Dios.

 

  • SALMO RESPONSORIALSal 31, 1-2. 5. 11.

 

  1. Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación.

Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado;

dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito y en cuyo espíritu no hay engaño. R.

Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito;

propuse: «Confesaré al Señor mi culpa», y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R.

Alegraos, justos, y gozad con el Señor; aclamadlo, los de corazón sincero. R.

 

  • SEGUNDA LECTURA Sed imitadores míos como yo lo soy de Cristo.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10,31-11, 1.

Hermanos:

Ya comáis, ya bebáis o hagáis lo que hagáis, hacedlo todo para gloria de Dios. No deis motivo de escándalo ni a judíos, ni a griegos, ni a la Iglesia de Dios; como yo, que procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propia ventaja, sino la de la mayoría, para que se salven.  Sed imitadores míos como yo lo soy de Cristo. Palabra de Dios.

 

  • EVANGELIOLa lepra se le quitó, y quedó limpio.

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 40-45.

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: – «Si quieres, puedes limpiarme».

Compadecido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio».

La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.

Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio»,

Pero, cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así acudían a él de todas partes.  Palabra del Señor.

 

COMENTARIO PASTORAL

 

Vendar las heridas

 

«El Señor sana los corazones destrozados, venda sus heridas». La relación entre la religión y la enfermedad se remonta a los orígenes de la humanidad. En muchos casos, esta relación llevaba a comprender la enfermedad como un castigo de los dioses ante la maldad del hombre; en otros casos, más abundantes, se trataba de buscar en Dios una ayuda en el sufrimiento.

Esta relación entre la religión y el sufrimiento, en la época moderna, ha entrado en crisis. Crisis existencial, en algunos casos: Dios no puede existir, porque no permitiría tanto dolor. En otros casos, es una tesis más de fondo teológico: las causas y las soluciones al sufrimiento humano deben buscarse aquí abajo, en el mundo de los hombres, Dios queda exculpado –y excluido– del dolor.

¿Qué piensa el Nuevo Testamento de esta crisis? ¿Cómo se debe afrontar la realidad del sufrimiento desde la fe en Jesús de Nazaret?.

El sufrimiento humano será siempre un misterio cuyas claves últimas no podremos desentrañar. Es un misterio, mayor aún, el amor de Dios y su relación con la historia y con el hombre. Nunca tendremos la última palabra sobre el dolor humano, y menos aún tendremos la última palabra sobre el misterio de Dios; pero sí le podemos poner palabra y podemos buscar su sentido.

Poner palabra significa, buscar su origen, sus causas. El dolor tiene que ver con la libertad del hombre y con nuestra condición de criaturas. El límite forma parte de nuestro ser y nos cuesta aceptarlo. Por otro lado, estamos unidos unos con otros en los caminos de la historia, para bien y para mal; existe una solidaridad profunda entre todos los seres humanos, y entre nosotros y las demás criaturas.

Poner palabra en el sufrimiento significa comunicar el dolor: gemir, gritar, quejarnos, es una necesidad que parece aliviar el cuerpo. Nuestros miembros nos hablan a través del dolor y nosotros ponemos eco a ese grito para que llegue a los demás y nos ayuden a soportar los sufrimientos de la vida. Somos comunión y lo somos también al sufrir. Gracias a la palabra, el dolor se hace más soportable y es posible la comunicación y el amor, también en la prueba.

Poner palabra al sufrimiento significa dirigir la mirada al cielo, buscar en Dios el alivio más profundo, la sanación definitiva. Desde sus orígenes, el hombre ha rezado a Dios en medio del sufrimiento, ha pedido por el propio dolor y por el ajeno: nuestra compasión se abre a Aquel que es el origen de toda compasión.

Gracias a la palabra, que da nombre y sentido al dolor, que nos ayuda a entrar en comunión con los demás y con Dios, también buscamos la meta del dolor. No es suficiente con conocer su raíz e intentar sanarla: es fundamental buscar su dirección, su sentido, a dónde nos lleva, los frutos del dolor cuando nuestra libertad y nuestro amor lo acogen en su seno.

Seguirá habiendo sufrimiento, porque seguimos en camino; pero la salud y la salvación ya han sido sembradas en medio de la historia: Dios comparte nuestras heridas y las toca para convertirlas en fuente fecunda de compasión y de resurrección.

Cautivados por la palabra – Manuel Pérez Tendero

 

AVISOS  PARROQUIALES

% Miércoles 14 feb: es el MIÉRCOLES DE CENIZA.  Imposición de la ceniza en las tres Eucaristías.  Quienes deseen podrán recibirla al terminar la misa de la tarde. 

%    Sábado 17 feb: después de la misa de 10.00 h. haremos el Retiro Espiritual de Cuaresma.

Author: admin

Comments are disabled.