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Domingo XXVIII

Semana del 9 al 15 de octubre de 2022

Domingo de la 28ª semana del Tiempo Ordinario

9 de octubre de 2022 – San Abraham y Santa Sara

  SALUDOS  CORDIALES

 

Paz y bien,

 

A lo largo de esta semana los alumnos del Colegio han celebrado en nuestro templo el inicio del curso y la festividad de Luis Amigó, así como encuentros para tratar el lema ESCUCHARTE, reflexionando sobre nuestra escucha, la del prójimo y la escucha a Dios, finalizando los encuentros con un compromiso personal para el curso.

 

También se han realizado las inscripciones de las distintas catequesis de nuestra Parroquia, y para que tengamos grandes frutos de las mismas, os pedimos vuestra oración.

 

Feliz domingo y que Dios os bendiga.

 LITURGIA DE LA PALABRA

 PRIMERA LECTURAVolvió Naamán al profeta y alabó al Señor.

Lectura del segundo libro de los Reyes 5, 14-17

En aquellos días, el sirio Naamán bajó y se bañó en el Jordán siete veces, conforme a la palabra de

Elíseo, el hombre de Dios. Y su carne volvió a ser como la de un niño: quedó limpio de su lepra.

Naamán y su comitiva regresaron al lugar donde se encontraba el hombre de Dios. Al llegar, se detuvo ante él exclamando: «Ahora reconozco que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel. Recibe, pues, un presente de tu servidor

Pero Eliseo respondió: «Vive el Señor ante quien sirvo, que no he de aceptar nada». Y le insistió en que aceptase, pero él rehusó.

Naamán dijo entonces: «Que al menos le den a tu siervo tierra del país, la carga de un par de mulos, porque tu servidor no ofrecerá ya holocausto ni sacrificio a otros dioses más que al Señor».

Palabra de Dios.

 

  • SALMO RESPONSORIALSal 97, 1. 2-3ab. 3cd-4

 El Señor revela a las naciones su salvación.

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.

Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R.

El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia.

Se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R.

Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.

Aclama al Señor, tierra entera, gritad, vitoread, tocad. R.

  

  • SEGUNDA LECTURASi perseveramos, reinaremos con Cristo.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2, 8-13

Querido hermano:

Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, nacido del linaje de David, según mi Evangelio, por el que padezco hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada.

Por eso lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación y la gloria eterna en Cristo Jesús.

Es palabra digna de crédito: Pues si morimos con él, también viviremos con él; si perseveramos, también reinaremos con él; si lo negamos, también él nos negará. Si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo.  Palabra de Dios.

  • EVANGELIO¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19

Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».

Al verlos, les dijo: «Id a presentaros a los sacerdotes».

Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.  Este era un samaritano.

Jesús tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».

Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado».  Palabra del Señor.

 COMENTARIO PASTORAL

 EL DON DE LA FE

 Tanto en la primera lectura como en el Evangelio tenemos dos personajes que fueron curados de la lepra.  En el primer caso, por la intercesión del profeta Eliseo; en el segundo, por el mandato de Jesucristo.

En aquellos tiempos ser leproso y estar excluido de la sociedad era la misma condición.  Ser leproso y ser un pecador no tenía mayor diferencia.  En el Evangelio, Jesús nos muestra su compasión sanando a un grupo de leprosos.  La mayor de los enfermos –el grupo de nuevo- siguen el camino, pero luego uno de ellos -curiosamente, el samaritano- se detiene y reconoce la gloria de Dios y la gracia recibida, enseñándonos de este modo el don de la fe y su gratuidad en la vida.

Son muchas las “lepras contemporáneas” que azotan nuestra vida cristiana y nos separan del amor de Dios.  Pero si tenemos la fe y la confesamos, como lo hace Pablo en su carta a Timoteo, Dios permanecerá fiel, porque no puede negarse a sí mismo.

La vida cristiana necesita la experiencia de la compasión y de la fe: la lepra es el punto de partida para comprender el mensaje del Evangelio de hoy.  Y es que en nuestra vida ordinaria pueden aparecer experiencias tan dramáticas como la lepra, experiencias que nos hacer caer en la cuenta de nuestra vulnerabilidad y fragilidad humanas.  Entonces nos volvemos capaces de abrirnos tanto a la compasión de Jesús como a la fe del samaritano.

Fr. Néstor Morales Gutiérrez O.P.
Convento Santa María Sopra Minerva (Roma)

 AVISO  PARROQUIAL

  • Festividad del Pilar: el 12 de octubre el horario de misas será como los días laborales.

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